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Algunos trucos para niños que les cuesta comer


Algunos trucos para niños que les cuesta comer


Todos los que tenemos niños sabemos que cuando se trata de comer, muchas veces hay discusiones con el menú… Y no es sorprendente que se nos caiga el alma a los pies cuando tuercen la nariz en cuanto ven algo verde o cuando sólo permiten que se acerquen a sus labios los clásicos macarrones con tomate y queso rallado.
Pero se puede estar seguros que no estáis solos en vuestras lamentaciones. En realidad el 80% de los niños pasa al menos una larga etapa de “malos comedores”.
Durante su primer año, todos los bebés crecen más rápidamente que en cualquier otro momento en su vida, así que es relativamente fácil conseguir que coman alimentos nuevos. Pero durante el segundo año los niños se convierten en seres que ya empiezan a razonar y a darse cuenta de que negarse a comer es una gran manera de llamar la atención.
La buena noticia es que casi todos los niños que previamente han sido “buenos comedores” vuelven a comer bien. La mala noticia sin embargo, es que ésto es por lo general en sus términos y a su manera.
Te dejamos con estos  trucos para niños que comen mal:
1. Hay que ser positivo
Trata de hacer de las comidas una experiencia realmente positiva. Una de las cosas más importantes es tratar de ocultar tu frustración. Felicita al niño cuando come muy bien, o prueba algo nuevo. Puede que tengas que pasar por alto algunas malas conductas alimentarias para centrar tu atención en el buen comportamiento. Esto puede hacer que la hora de comer sea menos estresante para tí también.
2. Que la comida este atractiva
Puedes disfraza las verduras mezclándolas en una salsa de tomate y sírvelas con pasta. Puedes marcarte un farol, y dejar unas pocas verduras en trozos en la salsa para que él mismo las quite, así nunca sospechará que siguen allí.
3. Deja que participen en la cocina
La mayoría de los niños les gusta cocinar y tareas como apretar la naranja para hacer zumo de naranja natural o cascar los huevos son muy recomendables para las capacidades de un niño pequeño. Es muy recomendable que  participen en la planificación y la preparación de una comida puede estimular el apetito de un niño.
4. Haz la comida divertida
Las porciones tienen que ser pequeñas, ya que no es bueno llenar demasiado el plato de los niños. Además, los niños generalmente prefieren las porciones más pequeñas de los alimentos, una buena idea es hacer alimentos como mini hamburguesas con patatas baby, pequeñas flores de brócoli y zanahorias baby. Puedes darle de comer en pequeños envases, por lo que puedes utilizar moldes para preparar porciones individuales de alimentos como el pastel de pescado. También puedes hacer un lote y congelarlos.
5. “Crea tu propia comida basura
Inventate tu propia “comida basura” sana. Puedes preparar bases de pizza con pan de focaccia o pan de pita y dejar que tu hijo prticipe y escoja los ingredientes para prepararla… Prepara hamburguesas utilizando carne magra de calidad… Fingers de pollo, hamburguesas de garbanzos… las posibilidades son infinitas.
6. Juega vendándole los ojos
Si tienes un hijo adicto a la comida basura o que se niega a probar nada nuevo, juega con él a vendarle los ojos y dale a probar diferentes platos, algunos conocidos por él y otros nuevos, ¡ganará si adivina lo que come!
7. Empieza de la misma forma que quieres que termine
Inicia a tu bebé en la comida sólida con alimentos frescos en lugar de tarros de comida procesada con una caducidad media de dos años. Si los acostumbramos al sabor de los alimentos frescos y variados desde el principio, son mucho menos propensos a convertirse en niños melindrosos cuando los intentemos integrar en las comidas familiares.
8. No te pongas nervioso
Si tu hijo se niega a comer siempre lo mismo y te intenta presionar a que le prepares lo que le gusta llorando o gritando, tranquilidad. Muy pronto se darán cuenta que no tiene mucho sentido una rabieta si no reaccionas a ellas.
9. ¿Como recompensarle?
Unos carteles con pegatinas por lo general funcionan mejor a partir de los 2 años. Haz porciones absolutamente minúsculas y en un primer momento dale una pegatina sólo por probar los alimentos. Los premios por completar el objetivo no deben estar basados en alimentos (chocolate o chucherías, por ejemplo) ya que le daríamos un mensaje equivocado. La recompensa puede ser simplemente una tarde de cine o una visita al parque. Intenta que los objetivos sean semanalmente para que no lo vean demasiado lejano y pierdan el interés.
10. ORIENT EXPRESS
Puedes preparar un montón de comidas internacionales, como quesadillas, pollo al curry estilo tailandés, arroz tres delicias… La comida de estilo chino y japonés es muy popular y es aún más atractiva si la sirves con palillos especiales para niños de los que van unidos en la parte superior. Puedes comprarlos o hacer tus propios palillos enrollando un trozo de papel y manteniéndolo entre los dos palillos, para, a continuación, asegurar con una goma elástica.
11. Comer junto con los demas
Es muy recomendable comer con toda la familia, siempre que sea posible y el trabajo lo permita, puede hacer que tu hijo cambie su actitud. Quitar el foco de atención sobre la comida del niño y mantener una conversación familiar puede ser muy útil.
Evitar usar las comidas para hacer valer tu autoridad. Si hay que dar una lección o un sermón, mejor elegir otro momento.
12. Una saludable merienda
Aprovechate cuando viene del cole para que coma algo sano y saludable, ya que suelen venir muertos de hambre. El problema es que la mayoría de los niños agarran lo primero que pillan, galletas, patatas fritas… Intenta tener algo ya preparado sobre la mesa. Puedes cortar la fruta en trozos en lugar de ponerla entera, o palitos de zanahoria y pepino con alguna salsa. Prueba a preparar algún bocadillo, bien en pan de barra o en pan de pita, y también es una buena idea tener una estantería baja en la nevera para que los niños participen y puedan prepararse ellos mismos bocadillos saludables.

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