siesta del bebe necesaria hasta los tres años 
Dormir un poco durante el día no solo les ayuda a coger fuerzas, también a asimilar la comida, a estar de mejor humor durante la tarde e, incluso, a dormir mejor el por la noche.
Cuando los bebes tienen dos años los niños siguen durmiendo una hora después de comer y unas once horas por la noche aunque algunos no lo consigan. Cuando cumplen los cuatro años cuando la mayoría de los niños abandonan el hábito de la siesta y los padres pueden dejar de considerarla tan necesaria. Pero en estos primeros años ningún niño es capaz de resistir un largo día sin dormir al menos un ratito, y el mejor momento coincide con ese "bajón" que niños y adultos sentimos después de comer.
Si el bebe no disfruta de este reconfortante reposo de la sobremesa es más que probable que por la tarde se ponga irritable, y puede que se quede dormido en cualquier sitio fuera de horas a las seis o las siete de la tarde. Si esto ocurre, luego será más complicado que pueda conciliar el sueño por la noche. Se produce así un efecto de carambola que puede acabar alterando todo su horario y el nuestro.

¿Que pasa si no quiere dormir?
Cuando llega la sobremesa y nuestro hijo no se centra en echar una cabezadita. Lo que quiere es jugar. El tiempo del que dispone le parece poco para satisfacer su curiosidad, ejercer su independencia y no parar ni un minuto.Y las cosas se pueden complicarse todavía más al llegar las vacaciones, porque con él nuestro ritmo de vida cambia. El horario de comida se altera, se acuestan y levantan más tarde. Si hay hermanos mayores, están ahora de vacaciones, con la excitación que supone para el pequeño que estén todo el día en casa. Pero todo tiene solución, en cualquier época del año

Establecer una rutina adecuada
Todos los niños son seres profundamente rítmicos, es decir, rutinarios. No son tan frágiles como para no poder soportar algún cambio de horario, pero si se produce, ha de mantenerse más o menos constante. No se puede esperar, por ejemplo, que un niño duerma la siesta los domingos si durante la semana no lo hace, o que duerma tanto si le acostamos unos días a las dos como otros días a las cuatro. Siempre hay que seguir un horario lo mas extricto posible

¿Cómo puedo saber si el niño está descansado?
Si se encuentra feliz y activo por el día y si por la noche duerme las suficientes horas y con un sueño de calidad, no tenemos que preocuparnos demasiado si algunos días no se echa la siesta. Aún así, no hay que dejar de ofrecerle la posibilidad de echársela e intentaremos que recupere el hábito, porque es fácil que tras los primeros días de actividad y euforia empiece a dar signos de que necesita recuperar un ritmo regular de siesta.
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